expansión alzheimer

Acorde con estimaciones hoy hay cerca de 200 mil personas con Alzheimer u otras demencias en Chile, en 2050 llegará a 550 mil.

 

Enfermedad que hoy afecta a cerca de 1 millón de personas debido a la carga que significa para los cuidadores (hija, hermana, esposa)  Las demencias tienen un fuerte impacto en la salud de las personas que acompañan y/o cuidan a quienes la padecen, la alta dependencia a que llegan los pacientes significa que el cuidador debe modificar su estilo o forma de vida para entregar los cuidados necesarios, además se ve sometido a un alto desgaste emocional por los cambios de conducta y afectos en el familiar con demencia, consecuencia de lo anterior los cuidadores se ven afectados con enfermedades de salud mental, reducción de ingresos económicos y mayor riesgo de generar demencias.

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La última encuesta Casen indica que 15% de los mayores de 65 años vive sólo.

Existe un aumento de personas mayores que viven sin compañía, generando mayor riesgo de caídas en aquellos con las dificultades propias de desplazamiento producto de la edad, aquellos con perdida de autonomía o inicio de alguna demencia tienen mayor probabilidad de accidentes mayores e incluso extraviarse.

 

Lo más relevante es que se ha convertido en la tercera causa de muerte en Chile.

Hace menos de 30 años esta enfermedad era la número 29 dentro de las causas de muerte, hoy está en el tercer lugar, información que nos indica la importancia que ha tomado en nuestro país y por tanto el aumento de las probabilidades de que alguno de nosotros enfermemos de ella en los próximos años.

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Todos los mayores de 45 años deben comenzar a conocer sus riesgos y modificar sus hábitos de alimentación, el más eficaz tratamiento. 

Hasta hoy no se ha desarrollado una cura para Alzheimer, sin embargo existen un conjunto de medidas que posibilitan reducir la probabilidad de contraer la enfermedad y una vez diagnosticada reducir su avance, mejorando la calidad de vida del paciente y su familia. Las personas de 45 años en adelante debieran evaluar sus factores de riesgo, la investigación demuestra que un tercio de ellos pueden ser manejados, entre ellos los hábitos de alimentación son de especial importancia.

 

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